El temor a convertirse en víctima de ciberdelincuencia organizada y la percepción creciente de inseguridad están ganando terreno en nuestra sociedad. Sin embargo, a pesar de estas preocupaciones, la sensación de inseguridad en línea no siempre se refleja en comportamientos fuera de la pantalla del ordenador. Por ejemplo, el miedo que puede sentir un adulto mayor al caminar solo por una calle oscura o una mujer siendo perseguida en una avenida poco transitada, no siempre se traduce en mecanismos de prevención en el ámbito digital.
Nuestra atención como ciudadanos, tiende a estar más enfocada en las conductas delictivas en el mundo físico, lo cual puede traer como resultado el pasar por alto las señales que surgen en el mundo online. Estas señales, conocidas como “Señales del Entorno Digital”, no son más que, indicativos de las precauciones que debemos tomar en cuenta para evitar ser víctimas de un ciberdelito.
Con la evolución de la Sociedad de la Información, internet se ha convertido en un espacio crucial para nuestras actividades cotidianas; el cual, también ha evolucionado como un terreno propicio para actividades delictivas, funcionando tanto de manera independiente como en colaboración con las acciones delictivas en el mundo real.
Hasta hace apenas más de 3 décadas, el perfil del delincuente era el que todo ser humano conoce: típico ladrón, secuestrador, homicida, etc.; los cuales tenían que aproximarse de manera física a la víctima, desplazándose al lugar donde querían cometer la conducta antisocial. Bancos, gasolineras, joyerías, colmados eran algunas de las opciones primarias de los delincuentes.
Fue en este contexto digital que surgió un nuevo tipo de delincuente: el ciberdelincuente. Este individuo se distingue por cometer delitos aprovechando peculiaridades como el anonimato y la omnipresencia, es decir, la sensación intrínseca de que su identidad está protegida tras una pantalla.
Hay que destacar que, el tipo de delincuente habitual, debe abastecerse de herramientas que no son de fácil acceso en el mercado común, como armas u otros tipos, ya que, en el caso de los ciberdelincuentes basta con un ordenador y una conexión a la red, elementos que si son fáciles de conseguir en nuestro diario vivir.
¿Cómo puede definirse un ciberdelito? y ¿Cuál es la finalidad de los ciberdelincuentes?
Se puede definir la palabra ciberdelito como, esas actividades ilegales que se llevan a cabo en el entorno digital, utilizando tecnologías de la información y la comunicación. También podemos definirla como la conducta típica, antijurídica, culpable y punible cometida en el ciberespacio, donde un sujeto activo busca afectar bienes y derechos de un sujeto pasivo, cuya finalidad o motivación principal va dirigida al enriquecimiento ilícito, y/o otras conductas antisociales.
Cabe resaltar que, el ciberdelincuente no necesariamente tiene que tener un perfil técnico y avanzado para la comisión de delitos, debido a que puede ser cualquier persona con capacidad para utilizar estos medios para la comisión del delito.
La creciente tendencia de los ciberdelincuentes hacia la desorientación y explotación de vulnerabilidades en la red es un fenómeno preocupante. Su objetivo principal es comprometer los bienes de los ciudadanos, quienes día a día se esfuerzan en sus labores para satisfacer necesidades fundamentales. Un ejemplo de esta amenaza se observa en nuestra República Dominicana, donde el Centro Nacional de Ciberseguridad (CNCS) reporta cifras alarmantes. Las estafas informáticas constituyen más del 52% de los incidentes, mientras que la extorsión a través de medios electrónicos representa un 17%, y el Phishing, también conocido como suplantación de identidad, alcanza un 11%. Estas estadísticas evidencian la magnitud del problema en la sociedad dominicana. Sin embargo, ante este desafío, el país ha implementado mecanismos efectivos. En consecuencia, se ha posicionado como un país líder en Latinoamérica en la lucha contra la ciberdelincuencia.
En definitiva, es preciso hacer mención de algunas de las señales del entorno digital que pueden servirnos de método de prevención para evitar ser víctima de un ciberdelito o cibercimen como son:
· No enviar datos de carácter personal a través de correo electrónicos, SMS o telefónicamente. Si los datos que vas a compartir pueden comprometer tu patrimonio, reúnete de manera personal que el receptor de la información.
· Evitar conectarse a Wifi Públicas o de fácil acceso, hoteles, plazas, laboratorios, Etc.
· Rechazar enlaces y archivos en correos electrónicos desconocidos o páginas web que soliciten tu información personal. Solo confía en enlaces que provengan de destinatarios que conozcas o que hayas validado con quien te los envío.
· Una institución financiera NUNCA te solicitará información sensible por correo electrónico, así como tampoco sincronización de claves, tampoco te pedirán todos los códigos al mismo tiempo para fines de validación.
· NUNCA accedas a las páginas web de las entidades bancarias a través de enlaces sospechosos enviados por correos electrónicos.
Recuerda que los enlaces son como las vías por las que transitas, cada paso que des en la red deja un rastro que nunca se elimina, detrás de cualquier computador puede haber un ciberdelincuente apostando a tu desorientación para materializar sus actos.
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Es abogado. Cuenta con maestrías en Ciberseguridad y Cibercriminalidad de la Universidad de la Rioja Logroño, España; y Derecho Laboral y de la Seguridad Social de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
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